Las 3 reparaciones más frecuentes en persianas y cómo evitarlas

Como todos los elementos del hogar, las persianas no son inmunes al paso del tiempo o a un uso inadecuado. Por ese motivo, a veces requieren una puesta a punto.

Repasamos las tres reparaciones de persianas más frecuentes y te ofrecemos algunos consejos para evitarlas.

La cuerda rota

De los elementos que sufren desgaste en las persianas convencionales, la rotura de la cuerda del tirador quizá es el más frecuente. Cuando eso ocurre, la persiana se viene abajo y no se puede levantar.

El roce de la cinta con el pasador provoca este desgaste y eso no se puede evitar. Pero sí podemos prevenir la rotura total, cambiando la cuerda en cuanto notamos que está muy desgastada.

Además, actuar a tiempo también ayuda a evitar males mayores si la cuerda se rompe, como por ejemplo alguna lama rota al caer a peso. Si necesitas arreglar una persiana en Barcelona, estamos aquí para ayudarte.

Desajuste de lamas

En ocasiones las lamas se desalinean, y lo notamos porque cada vez cuesta más subir y bajar la persiana. En ocasiones, hasta pueden producir un atasco.

Esto ocurre la mayoría de las veces porque algunos elementos están mal ajustados y transmiten este desajuste a las lamas.

Actuar a tiempo impedirá que el problema vaya a más o que se acabe atascando alguna lama, alargando la vida de la persiana.

Persianas dañadas por el granizo

Necesita poca explicación. Una fuerte granizada puede provocar daños irreparables en cualquier persiana.

Pero es cierto que esto es algo que suele ocurrir más en persianas que ya eran muy viejas, persianas de PVC que se han vuelto quebradizas.

Así que la única manera de prevenirlo es cambiar las persianas muy antiguas por unas nuevas, cuyo material no esté degradado por la acción del sol. Preferiblemente, persianas de aluminio que resisten mejor las inclemencias del tiempo.

Después de repasar estas reparaciones frecuentes en persianas convencionales, queremos hacer un apunte. Muchos piensan que todo lo mecánico es más fiable y requiere menos mantenimiento.

Pero en el caso de las persianas suele ocurrir todo lo contrario. Las persianas eléctricas tienen un movimiento suave, amortizado, y además utiliza menos elementos sometidos a desgaste. Por eso, con persianas eléctricas se evitan muchas averías y requieren menos mantenimiento.